Una de nuestras bandas favoritas de los últimos 30 años son los Galeses Manic Street Preachers. El viernes pasado sacaban a la venta su decimocuarto álbum de estudio, "The Ultra Vivid Lament", un trabajo que sigue esa línea más suave y popera que decideron tomar en la última década.
Si nos diesen a elegir, siempre nos quedaríamos con su primera trilogía en la que aún estaba el desaparecido Richey Edwards. "Generation Terrorists" 91, "Gold Against the Soul" 93 y "The Holy Bible" 94 son tres cimas, tres "ocho mil" que nunca más llegaron a conseguir.
Cierto que su primer trabajo como trío, "Everything Must Go" del 96 y "This is my Truth Tell Me Yours" del 98 rompieron las listas de éxitos y se hiceron relativamente de masas, pero pese a estar llenos de hits incontestables como "A design for life", "Australia", "Tsunami", "If you tolerate this..." o "The everlasting"... cuando pasan los años y echas la vista atrás ves que les falta la fuerza y crudeza de "Faster" , "You love us" o "Revol". Auténticas puñaladas sonoras que siguen sobrecogiendo tres décadas después.
Su carrera siempre ha mantenido un nivel notable, con discos supremos como "Send away the tigers" de 2007 o "Journal for plague lovers" 2009, quizás el único que mantenía ese espiritu de principio de los noventa, pero a Nicky Wire y Bradfield poco se les puede pedir. En cada trabajo que nos han ido presentando siempre había cosas reseñables, temas con los que te encariñabas pese a no sonar en las listas.
Dicen que su nuevo trabajo es una mezcla de los Clash con Abba, eso sí, los Clash menos punk y más melodicos de "Magnificent Seven" o "Train in Vain". En Atømica, por encima de sus dos primeros singles ("Orwellian" y "The Secret he had Missed), nos apasiona "Still Snowing in Sapporo" una joya con la que abren un buen disco en líneas generales y que bien podría haber sido primer single.
Los galeses nunca defraudan.
Os dejamos con la actuación en directo de "The Secret He Had Missed", su segundo single.
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