Han pasado nada más y nada menos que 40 años desde la edición de su primer trabajo. How Could Hell Be Any Worse? daba pistoletazo a una carrera larga y homogénea y que servía para estrenar su propio sello discográfico, el mítico Epitaph, creado por el guitarrista Brett Gurewit.
Diecisiete álbumes de estudio, dos EP, tres álbumes compilatorios, un álbum en directo y tres DVD es el legado de Bad Religion, la banda que ha aguantado más tiempo en activo de todas aquellas que surgían en California a principios de los ochenta haciendo hardrock y punk. Y todo ello bajo la batuta de su único superviviente desde el incio, Greg Graffin, una de las voces más reconocibles del mundo del rock.
Dejando esas pinceladas de presentación hoy vamos a hablar de "Stranger than fiction" , el octavo álbum de su carrera editado el 6 de septiembre de 1994 y el primero en la compañía "Atlantic" después de dejar "Epitaph" con la marcha posterior de Brett Gurewit.
Si nos remontamos a la primera mitad de los noventa la escena rock americana estaba fagotizada por Nirvana y todas las bandas que conllevaba el grunge desde Seattle. Pero la corriente más punk de California, con sus variantes estilisticas, no dejó de existir, al contario.
NOFX, The Offspring, Pennywise, Rancid o Green Day tomaban buena nota de unos Bad Religion más veteranos pero que mantenían el tipo en cada trabajo que lanzaban.
En esos mediados de los noventa la banda de Billy Joe Armstorn editaba "Dookie", el tercer álbum y el más exitoso y reconocible de Green Day, con millones de copias vendidas y llevando el punk al terreno más pop. Era febrero de 1994. Algo parecido pasó con The Offspring y su "Smash", curiosamente también su tercer trabajo y editado dos meses después.
El punk sonaba en las listas de éxitos.
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