Pocos universos sonoros hay como el de la música de Lana del Rey.
Pensar que ya han pasado 10 años desde aquel "Video Games", desconcertante al principio y que enamoraba después...
Hace dos temporadas facturaba el mejor trabajo de su carrera. "Norman Fucking Rockwell" se acercaba mucho a una obra maestra, de esas que quedan para la eternidad y que culminaba una década que comenzaba en 2012 con un "Born to Die" que cada vez envejece mejor.
"Chemtrails Over the Country Club" sigue la línea de su antecesor, con una Elisabeth que parece que se encuentra agusto en este discurso intimista y sutil donde se sumerge cada vez un poquito más. Y desde esa profundidad es capaz de componer canciones brillantes, austeras en instrumentación donde todo parece flotar, incluso su voz...
La sombra de su anterior trabajo es muy alargada, aquí no te vas a encontrar temas rotundos como "Mariners Apartment Complex", "Venice Bitch" o "Doin´ Time", pero sí vas a disfrutar de 11 temas más directos, con un espíritu folk envuelto en ese romanticismo melodramático que tanto le gusta.
Ya sólo por como comienza el disco con "White Dress", con una Lana en un tono de voz muy agudo y por momentos desbocado en el que nos rememora sus días de camarera escuchando a The White Stripes, describiendo esa América kitsch y vintage que tanto le gusta...ya vale la pena seguir escuchando con calma.
"Yosemite" es una pequeña joya escrita hace unos años y una de las grandes sorpresas del álbum junto a "Chemtrails Over the Country Club", el tema que más conecta a la primera y no puedes dejar de escuchar. O la maravillosa "For Free", una balada que cierra el disco donde Zella Day y Welles Blood ponen sus voces.
"Chemtrails Over the Country Club" no es el hermano pequeño de "Norman Fucking Rockwell", es un trabajo donde no hay sobresaltos , ni singles rotundos, pero sí una homegeneidad que no había conseguido hasta la fecha. "Elisabeth Grant es una de las artistas de esta década, sin ninguna discusión.
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